Quizá para contrarrestar un poco las mastodónticas entradas al hospital y sus larguísimos pasillos, quien ideó la distribución de espacios y quien aprobó su idea, decidieron que el cuarto de descanso de personal tuviera estas dimensiones:
El sofá tiene espacio para tres y si sumamos la silla podemos caber 4 personas simultaneamente. Claro que, por las mañanas podemos ser 6, sin contar a médicos o alumnos de prácticas...
Características básicas: si alguien quiere sentarse para descansar la espalda, deberá medir más de 1,70 m. para poder poner los pies en el suelo, debido a la anchura del asiento del sofá. Si lo que pretende hacer es, por ejemplo, comer una pieza de fruta, deberá sentarse en el borde del sofá y mantener una postura "muy ergonómica" para posar la pieza en la mesa.
En el turno de mañana es raro que el personal se ausente de la planta durante los 20 minutos de descanso, especialmente por el hecho de que no hay cafetería en el hospital. Existen espacios con máquinas dispensadoras que podemos compartir con enfermos y familiares. No pasaría nada si no fuera porque en el descanso seguimos de uniforme y en esos espacios se nos aborda continuamente para solicitarnos información de muy diversa índole. Por lo tanto, preferimos hacer el descanso en la planta.
Otro motivo de esta preferencia es que, si abandonamos la planta, aunque nos turnemos, la dejamos sin personal suficiente para su cobertura, porque, salvo en el turno de mañana que somos 3 (3 enfermeras y 3 auxiliares), en el resto estamos con servicios mínimos (de hecho, si se convocase una huelga solo podría hacerla el personal que libra). Por lo tanto, nos quedamos en la planta y mientras nos tomamos el café, el bocadillo o la fruta, seguimos atendiendo timbres, acudiendo a las habitaciones o dando información a las personas que se acercan al control.
Durante el turno de noche, somos 2 enfermeras y 1 auxiliar, así que tenemos sofá suficiente para sentarnos. Podemos aprovechar los ratos libres, entre timbre y timbre para leer un libro, sin embargo, el sistema de luces con sensor de movimiento lo hace bastante dificil, porque en este cuarto, a diferencia del destinado a ordenadores, no es suficiente hacer el molinillo con los brazos para que se vuelva a encender la luz, es necesario ponerse de pie...
Así que, desde aquí, nuestro "agradecimiento" más sincero a todos aquellos que nos tuvieron en consideración y han manifestado con sus decisiones el mayor de los respetos hacia nuestra persona, nuestros derechos y nuestra profesionalidad. (Ironía es lo único que nos nos falta...)
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